En las legiones romanas, la vida no era solo gloria y conquistas, también sufrían a veces de burnout. Los soldados enfrentaban largas campañas, agotamiento físico y mental, y la constante presión de cumplir con sus deberes. Durante el sitio de Numancia en el 134-133 a.C., las tropas romanas sufrieron meses de desgaste, enfrentando hambre, enfermedades y el agotamiento de un enemigo que resistía con tenacidad.
Los generales romanos sabían que un ejército agotado no podía ganar batallas. Por ello, introdujeron medidas para aliviar la tensión:
➡️ Rotación de tropas: Alternaban a los soldados en el frente para que pudieran descansar.
➡️ Recompensas y reconocimientos: Celebraban sus logros con desfiles y premios, fortaleciendo la moral colectiva.
➡️ Espacios para desconectar: Los campamentos romanos incluían espacios para el ocio, como juegos y reuniones, para fomentar el compañerismo.
¿Qué podemos aprender de esto?
➡️ Identifica los síntomas: Reconoce cuándo estás al límite y permite un momento de pausa.
➡️ Busca un equilibrio: Como los soldados en el campamento, encuentra espacios para desconectar y recuperar energías.
➡️ Valora tus logros: Celebrar pequeñas victorias refuerza la motivación y evita la fatiga emocional.
Recuerda hoy: El burnout no es debilidad; es un recordatorio de que necesitas cuidar tu energía para seguir adelante. Al igual que Roma, encuentra tus estrategias para descansar, reflexionar y regresar con más fuerza.
«Mens sana in corpore sano.» (Mente sana en un cuerpo sano.)
¡Que tengas un día lleno de claridad y equilibrio!
Bene diem habeas!