En el año 19 a.C., Roma, completó uno de sus mayores logros de infraestructura: el Acueducto de Aqua Virgo. Fue toda una muestra de estabilidad, Este acueducto traía agua fresca desde manantiales a más de 20 kilómetros de distancia. Reflejaba la grandeza de la ingeniería romana y su compromiso con el bienestar ciudadano. Con el tiempo, Roma construyó 11 acueductos adicionales, asegurando un suministro constante de agua para baños, fuentes y hogares.
El sistema de acueductos fortaleció a Roma y le permitió crecer de manera sostenible. Esta vasta red no solo abastecía a los ciudadanos, sino que también era símbolo del control y la habilidad técnica del imperio.
¿Estás construyendo una “infraestructura” personal que te permita crecer y sostener tus logros? Los acueductos de Roma nos recuerdan la importancia de una base sólida para alcanzar el éxito y satisfacer las necesidades de quienes nos rodean.
Recuerda hoy que construir estructuras fuertes te da el soporte necesario para avanzar con estabilidad.
¡Que tengas un buen día! Bene diem habeas!
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