El 17 de octubre del año 64 d.C comenzó el gran incendio de Roma, empezando en el Circo Máximo. El fuego se propagó rápidamente por edificios de madera, destruyendo gran parte de la ciudad. Aunque nunca se ha confirmado del todo la causa, hubo rumores de que el propio Nerón lo provocó.
La ciudad ardió durante seis días, destruyendo barrios enteros. Hoy, en el Monte Palatino, aún puedes ver restos de las viviendas que sobrevivieron. Roma no solo se quemó, sino que también se levantó de las cenizas, reconstruyendo con nuevos materiales y nuevas normas de seguridad. La reconstrucción de la ciudad duró varios años. El emperador Nerón impulsó un ambicioso plan de renovación, que incluyó la creación de nuevas calles más anchas, la construcción de edificios con materiales menos inflamables, como ladrillos y piedra. Igualmente se incluyeron mejoras en la infraestructura general de la ciudad.
Recuerda hoy que, cuando te veas rodeado por las llamas que genera la adversidad, el verdadero coraje es levantarse, avanzar y reconstruir.
¡Que tengas un buen día! Bene diem habeas!