En noviembre del año 43 a.C., se estableció el Segundo Triunvirato entre Octavio, Marco Antonio y Lépido. Este acuerdo de poder puso de relevancia el importante valor de las alianzas. Permitió a los tres hombres gobernar Roma con autoridad absoluta. Igualmente, evitó un nuevo conflicto civil tras el asesinato de Julio César. El Triunvirato cambió el rumbo de la política romana, marcando el fin de la República y el inicio del Imperio. Los tres líderes compartieron el poder, pero no sin tensiones y rivalidades que acabarían en futuras batallas.
¿Alguna vez has tenido que compartir responsabilidades con otros? El Segundo Triunvirato nos recuerda que a veces las alianzas temporales son necesarias para mantener el control, aunque el equilibrio sea difícil de mantener.
Recuerda hoy que a veces la clave del éxito está en compartir el liderazgo y cooperar con quienes comparten tu visión, aunque los desafíos sean grandes.
¡Que tengas un buen día! Bene diem habeas!
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